Qué ver en La Seca

La ribera del Duero fue objeto de grandes disputas entre cristianos y musulmanes desde la llegada de estos últimos a la península en el año 711. Tras una serie de batallas en la Meseta, cántabros, vascos y Astures terminaron por asentarse en la zona hacia el siglo XIII. Y de estas fechas datan los primeros documentos que hablan de La Perdiz, una pequeña aldea situada a 5 kilometros de lo que hoy conocemos como La Seca. Cerca de allí había una laguna donde se asentó un grupo de familias dedicadas al pastoreo y el cuidado del monte. Debido a unos años de sequía la laguna perdió su agua y la gente de los pueblos de alrededor empezó a llamar a los que vivían cerca de ella "los de la seca". Con el tiempo los habitantes de La Perdiz se fueron mudando a la Villa de La Seca.

En la actualidad el municipio cuenta con un censo de 1052 habitantes que se multiplica por tres con la llegada de la época estival.

Tuvo un antiguo hospital de pobres y enfermos y un Pósito Real o Cilla de 13 arcos, hoy restaurado y convertido en casa de cultura. Fue aldea de Medina del Campo hasta 1629, año en el que adquirió el título de Villazgo, pasando al rey. La iglesia de Nuestra Señora de La Asunción es del s.XVI, tiene unos retablos barrocos y unas interesantes piezas de plata, una sacristia churrigueresca bien conservada donde se encuentra "La Virgen de la Pera" una obra de Alejo de Bahia hacia 1500 y un extraordinario órgano construido por Antonio Ruiz Martinez en el siglo XVIII, completamente restaurado se ofrecen numerosos conciertos.

Posee tres ermitas totalmente restauradas: La Ermita de San Roque, la del Niño Jesús y la Ermita del Santo Cristo del Humilladero Se encuentra en ruinas una iglesia de San Francisco u Orden Tercera. Es zona de viñedos y pertenece a la Denominación de Origen de Rueda.