Qué ver en Celanova

Partiendo de Ourense por la N-540, nos encontramos una comarca denominada Terra de Celanova, que comprende la mitad inferior del curso del rio Arnoia, sus afluentes Sorga y Tuño son parte del valle del Deva con una región "ribereña" del rio Miño. Las montañas del linde septentrional son las que limitan por la derecha con el valle del Arnoia al que vierten las aguas los ríos Mundíl y Villar de Vacas, únicos de importancia por este margen. En su entrada por esta comarca, la cuenca del Arnoia se ensancha considerablemente para volver a estrangularse en su desembocadura por el avance de sus dos arcos montañosos del Coto de Novelle por el N y de los montes de Cortegada por el S.

En el borde meridional está limitada por los montes San Cibrán de Monte Calvo,Cexo, Penegache, Silva Escura y Cortegada. El río Sorga, que riega el valle de Celanova, nace en los montes de Vixeiro. Está atravesado por los puentes de Ribeiro y "Pedriña".

Las comunicaciones se establecen por carretera a través de la N-540, vía en buen estado y de fácil acceso.


Sobre su historia es reseñable, que Celanova y San Rosendo, son casi la misma cosa. La villa nace al calor de un monasterio, S. Salvador, fundación de Rosendo en el siglo X . Rosendo llena la historia del arte celanovesa. Nació en la villa de Salas en el año 907, fue obispo de Mondoñedo, pero más amante del silencio y de la soledad que del poder, fundó este cenobio que tuvo como primer abad a Franquila, retirándose a él en el año 944. Ordoño II le hizo abandonar al nombrarlo gobernador de Galicia y en el año 970 administrador de la diócesis compostelana. En el año 974 volvió a Celanova para morir tres años después, el 1 de marzo, perviviendo, sin embargo por siempre en el alma misteriosa de esta villa entrañable.
La Biblioteca, otras escaleras y dependencias, ofrecen arquitectónicamente interesantes soluciones que merecen ser visitadas.

El yacimiento arqueológico conocido con el nombre de CASTROMAO se sitúa en un monte sobre el lugar de Sta. María de Castromao, a 2,5 Km. al NO. de la capital municipal cerca de la carretera de Celanova- Acebedo del Río.

Se configura como un recinto fortificado propio de la Edad del Hierro del NO peninsular, en la etapa conocida como Cultura Castrexa. Este castro ocupado ya en una época preromana, sufrió una fuerte romanización que se fue extendiendo por toda la zona baja que rodea el monte. Por todo ello se puede afirmar que la zona del monte es de época castrexo-romana.

Otra parte importantisima de este territorio es Villanueva de los Infantes que constituye un interesantísimo conjunto urbano que se ve desde la N-540 en el camino desde Ourense, detrás de una excelente carballeira que tiene solar en la finca de la casa grande de Rivas. El nombre de los infantes, que es la versión más aceptada históricamente, podría tratarse de la derivación de una leyenda que se asienta en el nacimiento de siete hermanas gemelas , o más bien en el hecho puntual de la residencia de la madre y de la hermana de San Rosendo, y de aquellas que, de sangre real como ellas, - la historia habla incluso de las hijas de Alfonso X - , pertenecieron al monasterio dúplice de Santa María de Vilanova, fundado hacia 940 por Santa Ilduara para retirarse en su viudez al que luego se le unió su hija Adosinda, hermana a su vez de San Rosendo. Este monasterio sería posteriormente anexionado al de Celanova. Uno de los elementos que lo identifica es su castillo, del que se conserva la torre del homenaje. Con una procedencia seguramente común con las demás fortalezas del siglo XII , perteneció durante mucho tiempo, y con él la villa, al Monasterio de Celanova.

LA CAPILLA DE SAN MIGUEL: Esta capilla es el ejemplar más puro y mejor conservado del arte mozárabe en España, verdadera joya por su tamaño y por ser la única muestra que se conserva de los tiempos del fundador San Rosendo. Es una capilla de devoción privada, dedicada a San Miguel y mandada construir por el hermano de San Rosendo en el año 936.

Construida con utensilios de carácter visigótico (sillares pequeños, escuadrados pero sin formar hileras) mide 8,5 m de largo por 6 m. de alto, ocupando su planta 22 m2 se distinguen tanto exterior como interiormente por los tres cuerpos o volúmenes cuadrangulares: nave con bóveda de cañón minúscula, ábside al que se accede por arco de herradura con alfiz y con bóveda galonada y en el medio el presbiterio que se eleva más del doble en alzado y sobresale también en planta con bóveda de aristas de ladrillo. La puerta es lateral, al sur y totalmente lisa, salvo una inscripción del sillar por encima de la "lumeira". Tiene cornisa y medallones mozárabes (cóncavos, curva de nacela, y formados por rollos que aquí tienen motivos castrexos ) y ventanas con arcos modillones de herradura y derrame de saetera.

La inscripción acredita la dedicación por Froila , hermano de San Rosendo, pero la tradición también tiene como oratorio de San Rosendo. En el terreno que la rodea se encontraron lápidas que hacen pensar que en algún tiempo sirvió en la capilla cemiterial.

Desde el punto de vista artesanal, Celanova y su zona de influencia no se destacaron históricamente por la conservación de raigambres ligadas a esta disciplina, entre otras cosas, porque la influencia del monasterio no dio pié para que asentaran grandes oficios que no fueron los del campo y la labranza.

En cualquier caso, Vilanova dos Infantes aún conserva en parte la tradición del gremio de los zapateros, especialmente representativa con motivo de las fiestas de la virgen del Cristal, al mantener viva la tradición de la danza gremial que cada año interpretan en la memoria de su patrona.

En la gastronomía local, los principales platos son: los callos, la empanada, la pata de los poetas, el lacón con grelos, el cocido, el queso, los embutidos. En la repostería, destacan especialmente: la bica, el roscón, el brazo de gitana, bollos con mantequilla, etc.

Agradecemos a Manuel Vazquez el permiso para la utilización de sus fotografías.