En plena comarca de La Manchuela se encuentra este municipio de la provincia de Cuenca con una población de 790 habitantes. Bañado por el río Júcar, y cercano al trasvase Tajo-Segura, su situación geográfica le dejan como uno de los pueblos más bonitos de la provincia.
Enclavado en un profundo valle en forma de depresión y cercano al embalse de El Picazo, los inviernos son muy duros para los habitantes. El termómetro llega a 0 grados en escasas ocasiones y las heladas son constantes. Más agradable es el verano. Las temperaturas sobrepasan pocas veces los 30 grados gracias a la presencia del río Júcar, lo que hace que sea una estación corta y agradable.
La agricultura es el pilar en el que se sustenta la economía del municipio. Destaca el cultivo de las hortalizas y el cereal así como las importantes viñas y olivas y otros árboles frutales. El otro pilar económico es la ganadería, especialmente la oveja. De ahí que los quesos de la zona sean reconocidos a nivel nacional.
Justo en el centro del pueblo se encuentra la Plaza Mayor. Se trata de una de las plazas más bonitas de la comarca, y en ella se encuentra la casa-palacio de los Ruíz Monsalve, construida en el siglo XVII. De un siglo antes es la iglesia que se encuentra en la Plaza del Ayuntamiento.