Qué ver en Navaconcejo

El término se halla enclavado en la vertiente meridional de la Sierra de Gredos, en el corazón del Valle del Jerte, presentando por ello un relieve montañoso, muy quebrado, en el que predominan las fuertes pendientes provocadas por el encajamiento del río Jerte en el roquedo granítico, y en el que, entre otras elevaciones, destacan la Sierra de Cabrera, Peña Cuqueña y Peña Negra.
El clima es de tipo mediterráneo, aunque sensiblemente modificado en función de las variaciones térmicas y pluviométricas introducidas por la altitud y la exposición.
La temperatura media anual es de 16º. El mes más frío es diciembre con 7º y el más cálido julio con 26º. La precipitaciones mediales anuales alcanzan un registro de 890 mm

El municipio cuenta con un alto índice de población activa (46,2 por 100). La actividad más importante es la agraria, ya que a ella se dedican el 58,1 por 100 de los activos. El sector secundario únicamente emplea al 2,8 por 100, la construcción se queda con el 13,2 y los servicios engloban al 25,9 restante.
Dentro del sector agrario, la actividad dominante es la agricultura, a la que se dedica el 21,7 por 100 de la superfice censada. Dentro de las tierras de labor destaca sobremanera la superficie destinada a las plantaciones de cerezos (62,6 por 100), cultivo al que se debe en gran parte la pujanza de la agricultura municipal. También es importante la superficie de pastos.
La estructura de la empresa agraria muestra una clara atomización y fraccionamiento de las explotaciones. El 98,1 por 100 de las unidades de producción tienen menos de 10 has. y la media de parcelas por explotación es de 5,3. La ganadería es poco relevante.

El edificio más destacado de esta población es la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción. Es un edificio realizado en mampostería con refuerzos graníticos en esquinas, arcos y elementos sustentantes. Su única nave se divide en tres tramos por medio de dos arcos fajones de medio punto. Originalmente estaba cubierta con techumbre de madera a dos aguas, pero hoy es de planta cuadrada y se cubre con bóveda de tercelete. Adosada a ella, en el lado de la epístola, está la sacristía, de planta rectangular y cubierta de bóveda de cañón. Sobre ella se dispone la torre, una vistosa obra de cantería dividida en tres tramos por marcadas molduras. La fábrica conserva dos portadas: la de los pies, abierta en medio punto y fuera de uso, y la del lado de la epístola, de arco rebajado y precedida de un pequeño atrio. La cronología del edificio se puede situar entre mediados del siglo XVI para la sacristía, tal y como atestigua el escudo del obispo Ponce de León que adorna su exterior, y la segunda mitad del siglo XVII para la torre, según reza una inscripción situada en su cuerpo inferior. Del interior destaca el retablo mayor.