Convento de las Gordillas

Del convento de las Gordillas tan sólo queda el recuerdo de lo que fue, visible en los restos de sus ruinas. Se le encogen los ánimos al viajero que se acerca a lo que fue próspero convento de las Gordillas y hoy es puro abandono y será dentro de poco total acabamiento.
Desde lo alto de su tapia se pueden apreciar los techos derruidos, el huerto abandonado, desolados los espacios interiores de habitación y rezo. Solo queda la iglesia y algún otro resto que no se puede ver o no quieren enseñar sus actuales propietarios.
El convento recibe el nombre de Gordillas por ser así como se conocía la finca donde Doña María Dávila fundó en 1502 un monasterio de monjas clarisas. Fue comunidad de notable esplendor, como atestiguan las grandes dimensiones de su fábrica y recinto, además del refrán de rimas múltiples e imperfectas: "Conventos de Castilla: Tordesillas, Madrigal y las Gordillas".
Se halla literalmente sitiado por inmuebles de diversas alturas, que están esperando quizá que el convento acabe de arruinarse del todo para homogeneizar aún más las perspectivas.
De la original construcción, del siglo XVI, nada puede apenas adivinarse, al igual, por desgracia, de su iglesia. La que actualmente existe, poco tiene que ver con la original de estilo renacentista, desvirtuada por las numerosas reformas.
Se le condenó su puerta principal, situada al norte, casi toda ella de mampostería con portada de arco de medio punto y frontón triangular y se abrió otra con poco criterio a sus pies con pórtico incluido. Su interior tiene una nave cubierta con bóveda de crucería en piedra arenisca.
Como pieza principal se encontraba la estatua yacente de su fundadora realizada por Vasco de Zarza, y que ha sido trasladada al nuevo convento.
Abandonado el convento por las religiosas, la iglesia fue recientemente rehabilitada en el año 1981, utilizándose diversos elementos de la desaparecida iglesia románica de Santo Domingo, y se utiliza como iglesia adjunta a la del Inmaculado Corazón de María, si bien el convento se encuentra abandonado por lo que de no mediar una restauración, se acabaría perdiendo.
El 24 de octubre de 1991 fue declarada Monumento Nacional.