He estado este fin de semana con mi pareja. Sólo tengo cosas buenas que decir. La posada es muy bonita, y se ha restaurado manteniendo una decoración muy acorde, pero a la vez sencilla. La limpieza de las habitaciones es impecable, y los desayunos muy buenos. La atención y el trato muy agradables, y el entorno rebosa tranquilidad. Lo recomiendo, yo repetiría.