Nieve, sol, montaña, chimenea, rutas, aromas, sabores, amistad, charla, descanso, energía, calidez, calidad, cercanía, confort, paisaje, río, estrellas, .........¿alguien dá más ? Sinceramente, una experiencia inolvidable. El día transcurre disfrutando entre montañas lo que Babia ofrece, pero cuando cae la tarde te espera la chimenea, la lectura y el descanso mientras el suave aroma proveniente de la cocina se diluye por el salón anunciando los manjares que Gerardo está preparando. Habitaciones confortables, sin ruidos exteriores que interrumpan el sueño. Todo parece estar en equilibrio, sin ostentosidad : buena relación calidad precio, excelente acogida, gastronomía sorprendente, comodidad y entorno único. Un buen lugar para aquellos que huyen de establecimientos convencionales al uso, aprecian la sencillez y agradecen el trabajo bien hecho.