Estuvimos en casa atalaya, es un lugar muy tranquilo reodeado de olivos, alemendros, algarrobos....., naturaleza....., aire limpio...
Es un lugar, para repetir, y disfrutar tanto en verano como en invierno.
Estuve hace un año y el lugar es esplendido, no he visto nada mejor mi estancia fue en la Casa de Alejandro y fue inmejorable desde aquí le mando un saludo a sus propietarios Jose Carlos y Rafael se portaron de maravilla.
Algunos grifos no funcionaban bien y la cisterna de una estancia echaba el agua hirviendo.