En agosto de este año hemos ido por segunda vez (la primera fue en Julio de 2008) y hemos salido igual de encantados. La Ramallosa es el sitio ideal para perderse, para desconectar y recargar las pilas necesarias para afrontar el día a día.
Es un lugar precioso, en un enclave único (no conozco ningún hotel con características similares), rodeado de Naturaleza y dónde te sientes perfectamente atendido en cualquier momento del día.
Los propietarios y anfitriones, Alfonso y Rebeca, son una pareja encantadora que domina el arte de recibir, acoger y tratar huéspedes. Su dedicación, amabilidad, simpatía y buen hacer hacen que te sientas como en casa. La cocina de Rebeca merece una mención especial. Sus platos, todos con productos de primerísima calidad son dignos de los mejores fogones.
Es un sitio para perderse, descansar, leer, disfrutar del contacto con la Naturaleza ya sea paseando, bajando a las pozas del río, observando las aves, las encinas, los olivos, los robles, los animales y por la noche, el cielo estrellado, sin ninguna contaminación lumínica que perturbe su observación. Unos días inolvidables que ya estamos echando de menos. Volveremos pronto seguro.
Es un lugar precioso, en un enclave único (no conozco ningún hotel con características similares), rodeado de Naturaleza y dónde te sientes perfectamente atendido en cualquier momento del día.
Los propietarios y anfitriones, Alfonso y Rebeca, son una pareja encantadora que domina el arte de recibir, acoger y tratar huéspedes. Su dedicación, amabilidad, simpatía y buen hacer hacen que te sientas como en casa. La cocina de Rebeca merece una mención especial. Sus platos, todos con productos de primerísima calidad son dignos de los mejores fogones.
Es un sitio para perderse, descansar, leer, disfrutar del contacto con la Naturaleza ya sea paseando, bajando a las pozas del río, observando las aves, las encinas, los olivos, los robles, los animales y por la noche, el cielo estrellado, sin ninguna contaminación lumínica que perturbe su observación. Unos días inolvidables que ya estamos echando de menos. Volveremos pronto seguro.