En semana santa de 2017 nos hospedamos allí. No apto para personas que buscan intimidad pues al alquilarlo nos encontramos que la casa estaba compartida con la gente que vive allí. No nos dijeron nada antes de ir. Dos de las habitaciones la cisternas estaban estropeadas y tuvimos que desmontarlas y hacer un apaño para poder tener agua.Tienen un gato, no apta para personas con alergia al animal.EN ocasiones el maullido del celo del gato se oía por las noches.Dormí sin almohada, tuve que dormir con cojín. Las dos lamparas que se ven en la foto de arriba solo tienen una bombilla cada lampara, baja luminosidad.
Es un alojamiento que no defraudará. En un verdadero entorno rural. Sobresaliente en cuanto a limpieza,las habitaciones son amplias y cómodas. Dirigido por la propietaria, te orientará e informará sobre las actividades deportivas, culturales y rutas que puedes realizar.
Se crea un entorno muy familiar y acogedor.
Hay un bar en el pueblo que facilitará la organización de las comidas, precios módicos.
Por el resto, el trato bien.