Hemos estado un grupo de tres familias y la experiencia ha sido genial, para repetir en cuanto podamos.
La casa gana mucho más en presencia todavía: acogedora, con lo imprescindible y amplios espacios para estar en ella todos juntos.
Rústica de arquitectura y decoración y, con una chimenea en la cocina que pone el broche para poder hacer barbacoas.
En un bonito y sencillo pueblo donde pueden estar los chiquis jugando en la calle con total tranquilidad.
La casa gana mucho más en presencia todavía: acogedora, con lo imprescindible y amplios espacios para estar en ella todos juntos.
Rústica de arquitectura y decoración y, con una chimenea en la cocina que pone el broche para poder hacer barbacoas.
En un bonito y sencillo pueblo donde pueden estar los chiquis jugando en la calle con total tranquilidad.