Lugar totalmente recomendable, Toño y Mari son encantadores, atentísimos, desayuno riquísimo, todo natural, incluso las mermeladas hechas por ellos mismos. Habitaciones amplias, y baño completamente nuevo.
Si tuviera que volver no me lo pensaria, iría a la Cantina del tobero.
Si tuviera que volver no me lo pensaria, iría a la Cantina del tobero.