Después de ir varios años a Maderuelo, me sigo quedando con La Posada del Medievo y el bar Mirador de los Templarios, ambos de los mismos dueños. Dos lugares de encanto, con estupendas vistas.
Destaco el buen género de la comida y la buena atención de los camareros y cocinero.
Destaco el buen género de la comida y la buena atención de los camareros y cocinero.
Volveré a repetir sin dudarlo.