Un sitio realmente precioso con vistas al río y a preciosos naranjos situado a una hora y media de Salamanca el lugar es tan tranquilo que realmente desconectas de todo la casa es una preciosidad comodisima y muy coqueta junto a la chimenea hemos pasado horas mirando esas llamas compartiendo risas un ambiente hogareño junto a ese calor los dueños son encantadores cualquier cosa que necesitáramos estaban allí el trato ha sido excepcional y la barbacoa un lujo puesto que esta rodeado de naranjos y demás frutas nosotros repetiremos seguro os lo aconsejo de verdad