Desde el primer minuto, incluso antes de bajar del coche supimos que sería genial, Juli (la propietaria de la casa) nos estaba esperando en la puerta de la casa, con una sonrisa y una presencia espectacular. Nos recibió con cariño y mucha amabilidad, Seguidamente nos enseñó la casa y puso al corriente de todo cuanto necesitábamos saber sobre la misma. La casa preciosa, con todos los detalles y super limpia. Juli después de ofrecerse para cuanto necesitaramos se retiró discretamente. El entorno genial, bosques de robles, pinares y un río increíble. Volveremos seguro