La casa es amplia y extremadamente acogedora. El entorno precioso. Las múltiples excursiones una maravilla. Hemos estado en verano y en otoño.
Con el calor la casa es fresca y el jardín al atardecer ideal para tomar el fresco. En otoño Los rojos, ocres y amarillos son un espectáculo que se puede disfrutar por todas partes, incluso desde las ventanas al calor de una estupenda calefacción.
El equipamiento es muy completo, todo funciona, bajo la dirección y los cuidados de Rosa, siempre atenta al bienestar de sus huéspedes, gran conocedora del entorno y llena de detalles con nosotros.
Siempre apetece volver.
Con el calor la casa es fresca y el jardín al atardecer ideal para tomar el fresco. En otoño Los rojos, ocres y amarillos son un espectáculo que se puede disfrutar por todas partes, incluso desde las ventanas al calor de una estupenda calefacción.
El equipamiento es muy completo, todo funciona, bajo la dirección y los cuidados de Rosa, siempre atenta al bienestar de sus huéspedes, gran conocedora del entorno y llena de detalles con nosotros.
Siempre apetece volver.