Un sitio ideal para luego salir a dar una vuelta o visitar a Caravaca. La casa es preciosa. La chimenea es enorme y aparte tienes calefacción central. En la cocina hay de todo. Las camas muy cómodas (aunque algo cortas... a mi marido se le colgaba los pies) y las toallas y ropa de cama muy limpia y nueva. El dueño Ramiro estaba muy atento.
Muy contentos.
Muy contentos.