Casas de piedra muy bien conservada. Tiene todo tipo de detalles para poder cocinar y para sentirte como en casa. El entorno inigualable, con un pequeño arroyo en la parte trasera de la casa. El jardín de la casa muy amplio y muy cuidado. Muy cómoda ya que teníamos el desayuno incluido en el restaurante La Barrica de la Serna y cogimos el menú para clientes para comer y cenar allí (la comida excepcional).