Solo con ver las fotos ya te haces una idea de que va a ser una buena opción, pero cuando estás allí y ves la equipación de la casa es más de lo que esperas, no le falta de nada y en abundancia (vajilla, menaje, ropa etc). La casa está aislada del resto como para no tener preocupación por el ruido que se haga y a la vez cerca del pueblo. En definitiva preciosa. Liborio y su mujer Kontxi son muy agradables. Si en un futuro decidierámos volver a alquilar otro fin de semana (no hay horario de entrada ni de salida, más el día de regalo son casi 4 días) no dudaríamos en volver allí