Fuimos una noche con un smartbox con sabor rural. Al llegar en el parking no había luz. Se lo comentamos a la sra y dijo Q estaría rota( en el anterior comentario de noviembre ya lo estaba!). Su tono imperativo y tajante era insoportable. Nos pareció fatal q sólo se podía desayunar a las 9, según ella porqué las tostadas están calientes. Bajamos a menos diez, zumo de brick, tostadas frías y bollería industrial. No habían habitaciones, nos pusieron en apartamento helado ya Q la calefacción hacia poco que estaba puesta. La cena más que justa. La sala de estar común sin calefacción y aire oscuras. No volveremos nyunca más.