Mi familia y yo hemos pasado unos días estupendos en el cortijo, hemos valorado muy positivamente el patio, bien orientado, con barbacoa, sillas y mesas en abundancia y sin adornos o macetas que se puedan estropear, todo muy bien pensado. También hemos disfrutado del espacioso salón cocina que favorece la convivencia y de esa chimenea que calienta (sin humos) todo el recinto. Las habitaciones son cómodas, limpias y espaciosas y gracias a los calefactores resultan cálidas.
Seguramente volveremos.
Saludos.