Fuimos con los niños en febrero. La casa estupenda y el trato de Alejandro, el dueño, inmejorable. Nos propuso numerosas actividades y al final elegimos bajar en bicicleta desde Barracas. Toda una experiencia de la que disfrutamos todos.
La casa tiene todo lo necesario para pasar unos días estupendos. Sobre todo agradecimos el futbolín ya que los niños se divirtieron horas en la sala de juegos.
La casa tiene todo lo necesario para pasar unos días estupendos. Sobre todo agradecimos el futbolín ya que los niños se divirtieron horas en la sala de juegos.