Son unas casas maravillosas en un entorno idílico, rodeado de naturaleza y donde por la noche sólo se oye el sonido del riachuelo. Muy bien acondicionadas. Cerca de una ruta hacia cascada de Ason que merece mucho la pena hacerla. Los dueños, gente estupenda y atenta para lo que te haga falta, y que tienen el restaurante coventosa a 1 kmt. donde se come de maravilla. Perfecto para pasar unos días tranquilos.