Una experiencia estupenda. El alojamiento es coqueto, no le falta de nada, el menaje de cocina muy completo. La limpieza de 10. Hemos estado con una niña de 4 años y se lo ha pasado genial, jugando con el resto de niños del alojamiento en la zona de juegos, dando de comer a los animales y sobre todo haciendo excursiones por la finca por las noches, acompañados de linternas. Ademas muy bien situado para hacer excursiones y conocer cantabria.