Tanto la estancia, la casa la dueña y el lugar, podíamos decir que perfecto, y no lo decimos porque uno de los inquilinos decía que los platos y vasos deben estar en la cocina y no en el salón. Es broma merece la pena pasar unos días en esta casa y ver los alrededores , de lo que Pilar te da toda la informacion(gastronómica, cultural, ecológica, micología a, etc).