La casa está estupenda. Muy amplia, los niños se lo pasaron en grande, y muy limpia. David, el dueño, majísimo, muy servicial. El aperitivo de llegada fue todo un detalle por su parte. El pueblo precioso, y sus gentes muy amables. Todo estupendo. Vale para ir en familia como para ir con amigos. Tienes un aparcamiento cerquísima.