Un fabuloso molino del siglo XVII. Un matrimonio, Maxi y Mila, gente estupenda, simpática, hospitalaria y de saber hacer. Ideal para ir con niños. Naturaleza, patos, gallinas, perros, cerditos de Vietnan, palomas. Zonas con cesped. VOLVERÉ SIEMPRE QUE PUEDA. LO RECOMIENDO