Mi experiencia personal ha sido fantástica, a la casa no le falta detalle, tiene absolutamente de todo y la dueña es un encanto. Nos dió la bienvenida con una bandeja fabulosa de ibéricos acompañada de una pequeña botella de vino. Además en el jacuzzy nos dejó una de champán y bombones. La casa es comodísima y preciosa. Un lugar perfecto para descansar.