El entorno es muy tranquilo . La casa es preciosa , madera por todas partes y se está muy a gusto en ella . Muy bien situada para conocer asturias tanto montaña como playas o si quieres ver Oviedo y Gijon . Sandra es muy simpática y tira sidra para recibirte al estilo asturiano .El despertarse oyendo cantar a los pájaros es genial.