Disfrutamos de una semana en Casa Masi y el tiempo se nos pasó volando. La casa está muy bien equipada y las camas son extremadamente confortables. El pueblo en el que se ubica es un santuario para aquellos que buscan desconectar y disfrutar de la tranquilidad. La carretera para llegar a la casa está en buenas condiciones, y lo que inicialmente podría parecer un inconveniente debido a las curvas y la distancia, en realidad se convierte en un verdadero regalo al proporcionar un trayecto con vistas impresionantes.