Hemos pasado unos dias en esta masia espectacular, una casa muy cuidada, reformada y muy muy comoda y confortable, muy bonita y peculiar. La finca es enorme y preciosa, ideal para pasear y disfrutar de la naturaleza...un sitio muy recomendable. Los dueños, Eduardo padre e hijo, encantadores y pendientes de todo. un placer, volveremos!!
Una estancia totalmente recomendable