Estuvimos un fin de semana en esta casa rural. Habíamos leído las opiniones, así que nos animamos a probar nosotros también. La casa está muy bien cuidada, los dueños son realmente atentos y serviciales, los desayunos fantásticos y las habitaciones, muy acogedoras. La casa está apartada de la carretera, apenas se escuchan ruidos y la decoración está muy lograda. Merece la pena hacer una visita a la zona, pasear por el río Ulla y disfrutar de unos días de tranquilidad. Disponen de mucha información sobre la zona, tienen bicicletas a disposición de los clientes y puede usarse la cocina con total libertad. Hemos quedado muy contentos y volveremos próximamente.