Últimas opiniones de Mapa Casas rurales en Guarda
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Preguntas más frecuentes al alquilar una casa rural en Guarda
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Provincia fronteriza con Salamanca, sus tierras han regalado más de una agradable estancia a los viajeros que la eligieron como destino de sus días de ocio y descanso. El interior y la cercanía a España, hace que muchas zonas y costumbres arquitectónicas sean parecidas a las nuestras, pero con algunas pequeñas diferencias que serán las que te harán recordar este viaje inolvidable.
Sus espacios naturales darán un halo de tranquilidad a los viajeros. Es el caso por ejemplo del Parque Natural da Serra da Estrela que se encuentra en plena ciudad de Guarda. Con una extensión de 101.000 hectáreas es el retiro perfecto donde descansar y disfrutar de la paz que la naturaleza concede.
Algunos barrios siguen conservando la esencia de aquellos que los poblaron hace años. Uno de ellos es el judío, el cual hace siglos estaba completamente aislado del centro de la ciudad y en el que residían prácticamente todas las familias judías de la provincia. Un espacio para ellos solos en el que poco a poco fueron implantando sus costumbres y su cultura, haciendo de estas calles un fiel reflejo de cómo son. Calles empedradas y casas muy modestas, todas ellas en un entorno típico rural, dan una oportunidad para descubrir otro tipo de turismo en la vecina Portugal.
Como ocurre en España, en esta provincia es posible encontrar construcciones relacionadas con el ámbito religioso en medio de la nada. Es el caso por ejemplo de la Iglesia de Sao Joao do Batista, un lugar espectacular por las vistas que se proyectan desde ella hacia enormes playas de arena blanca y arena cristalina. Deja por un momento la mochila de lado y disfruta del océano Atlántico.
A casa é antiga mas está bem conservada. Vê-se que foi renovada recentemente. Não fica exactamente na vila de Manteigas, mas fica a poucos minutos de carro. Gostámos da envolvência. O sítio é sossegado com árvores à volta e uma fantástica vista sobre a vila (que fica abaixo) e sobre o vale. No primeiro andar da casa, há uma varanda que permite apreciar a vista sobre a vila e o vale. Os quartos têm espaço suficiente e as camas são daquelas de ferro antigas.
O casal que nos recebeu foi muito simpático e até nos ofereceu um bolo caseiro e hortaliças da horta e deram bons conselhos sobre o que visitar na região de Manteigas.
A estadia valeu a pena e se voltarmos em grupo àquela zona da serra é para a Casa de Cerro de Correia que iremos.
Pelos sítios que visitámos, ficámos curiosos de fazer uma visita a Manteigas no Verão. Curiosamente, a Casa despertou a mesma curiosidade. O pátio ao lado da casa e a varanda do primeiro andar parecem perfeitos para passar uns dias de Verão.