Casa Rural Viña Arroyo del Gallo

Hemos estado alojados desde el 28 de diciembre hasta el 1 de enero, un grupo de 13 personas. La casa está ubicada en un entorno muy tranquilo, rodeada de naturaleza, con una amplia parcela de terreno y una piscina que la convierte en la opción ideal para disfrutar en verano. Dispone de dos terrazas muy espaciosas y numerosas zonas de sombra.
Sin embargo, en invierno encontramos muchas limitaciones. La calefacción resulta insuficiente, especialmente en la zona de la cocina, el salón comedor y ambos salones, tanto el de la planta baja como el de la primera planta. Aunque existe una chimenea aparente en el salón de la primera planta, la propietaria indicó que no está habilitada para su uso. Los radiadores de las habitaciones son eléctricos y en los tres baños no hay calefacción, lo que hace que el uso de estos sea fugaz.
Además, el menaje, la vajilla y los utensilios de cocina son extremadamente escasos, obligándonos a lavar platos y vasos a medida que los utilizamos. Incluso tuvimos que comprar copas de plástico para brindar, ya que no hay en la casa. El fuego más grande de la cocina no funcionaba, afortunadamente llevábamos un kit de paella para cocinar grandes cantidades. La barbacoa portátil dispone de un sistema poco funcional.
En el segundo día nos quedamos sin gas butano para el calentador de agua caliente, lo que nos obligó a cambiar la bombona de la cocina. La propietaria nos proporcionó dos nuevas bombonas en el tercer día. Al llegar, la casa estaba bastante fría y al comentarlo con la propietaria, su respuesta fue que el día era ideal para estar al sol en la calle.
En cuanto al trato con Alfonsina (propietaria), debemos mencionar que no fue el esperado desde el principio, muy escasa y arrogante en las conversaciones que tuvimos. Es lamentable que una casa con tanto potencial no cuente con una gestión más cuidadosa. Después de esta experiencia, no volveremos.

Apartamentos Los Pinos

Lugar tranquilo, limpio y con trato muy amable en las puertas del Parque de la Sierra de Andujar. Estuvimos encantados.