Vivir en un faro por unos días

Hay quienes piensan que no hay profesión más triste y solitaria que la del farero, aquel cuya única misión es velar por los continuos destellos de luz que desprenden sus altas torres.
También hay personas que envidian la tranquilidad y la paz que envuelve a estos míticos personajes que, desde el Siglo I, han ido manteniendo el control de estas enormes guías para barcos y navegantes. Pero si hay algo que todos envidian, son las fantásticas vistas que sólo pueden apreciarse desde los faros, situados junto a la costa o incluso dentro del mar.

 
En España, existen varios antiguos faros habilitados como pequeños hoteles, donde poder disfrutar de toda esa cantidad de sensaciones que un entorno como este puede llegar a transmitir.
Antiguos faros como el O Semáforo, situado en el cabo de Finisterre, que hoy acoge a personas en busca de descanso con vistas al horizonte.
Gracias a la Ley de Puertos, desde hace siete años, es posible el uso de los faros deshabitados con el fin de evitar su abandono y obtener fondos para aminorar el coste de la conservación de estos edificios. Así, bien a través de convenios con otras Administraciones públicas o concesiones a empresas privadas, la posibilidad de reconvertir estas instalaciones en restaurantes, bares e incluso pequeñas casas rurales se ha hecho posible en algunos faros de nuestro país.
En Croacia, son cada vez más los fareros activos que han decidido alquilar habitaciones, hasta ahora inhabilitadas, en el interior de estas torres. Son ellos mismos, en muchas ocasiones, los que atienden a los inquilinos acercándoles a la costa y recomendándoles rutas, visitas y lugares a los que acudir.
Puede que, finalmente, se estén cansando de tantos siglos de vida austera…o siendo un poco más prácticos (y bastante más realistas), hayan querido aprovechar el tirón que el turismo está teniendo en el país y sacarle el máximo partido a este inusual escenario.
Una gran oportunidad para todos aquellos que siempre han soñado con pasar una noche en estos mágicos lugares repletos de leyendas e historias esculpidas a través del paso de los años.