Las Albuferas De Adra

5 Feb 2014 Jennifer García Sin Comentarios

La ubicación de esta zona húmeda de aguas someras en un entorno de gran aridez permite el asentamiento de una comunidad faunistica relativamente fácil de observar.

La populosa ciudad de Adra es el inicio y el final de este recorrido. Se identifica con la antigua Abdera-no la de Demócrito y posee una larga e interesante historia que comienza por el siglo VI a. C. Fue entonces cuando los cartagineses la fundaron a orillas del río con el que comparte nombre; Desde esa fecha y hasta la época de dominación árabe la industria de salazones hizo de ella un pujante centro comercial.

almeria

Un recorrido por su casco urbano permite contemplar la iglesia de la Inmaculada Concepción, cuya construcción original del siglo XVI fue modificada durante el siglo XVIII. Aún posee huellas de su carácter inicial de templo-fortaleza.

El símbolo de la ciudad reminiscencia de los albores industriales andaluces es la torre de los Perdigones. Se trata de parte de la instalación de la fundición de San Andrés primera en España y en la que se trabajaba el plomo procedente de la sierra de Gador durante el primer tercio del siglo XIX.

Para acceder a la zona de la albufera se parte en dirección a Almena ya que se encuentra al levante del río. En realidad no se trata de una albufera sino de dos. Son la Honda en el interior y la Nueva costera y sus niveles de agua dependen de las infiltraciones marinas las lluvias y la escasa y ocasional aportación de las ramblas que a ellas llegan.

El paisaje que las precede e incluso el de sus alrededores más inmediatos esta dominado por el plástico y según incida la luz solar sobre la extensión de las aguas parece multiplicarse. Tal abundancia de plástico se debe a la proliferación de los cultivos de invernadero que ocupan grandes extensiones de terreno.

Una vez en territorio de las albuferas el paseo debe restringirse a las zonas marginales en las que se localizan los observatorios preparados para la contemplación de aves. Desde ellos se puede contemplar según la época del año al bello ánade rabudo (Anas acula) al curioso pato cuchara (Anas clypeata) o al más común azulón o ánade real (Anas platyrhynchos).

Las tres especies suelen aparecer durante los meses invernales pues las temperaturas suaves de la zona hacen mas cómoda su estancia. Otra especie que se puede observar es la extraña malvasía (Oxyura leucocephala) a menudo denominada «patito feo». Es un pato de aspecto peculiar que ha pasado por una época de alarmante riesgo de extinción aunque ahora se reproduce con total normalidad en estas y otras zonas húmedas andaluzas.

Los observatorios también permiten atisbar, con algo mas de suerte, otras especies aladas como el avetoro (Botaurus stellans) que al menor síntoma de peligro se queda inmóvil y estirado en una postura en la que se confunde con el entorno vegetal que lo rodea, compuesto en esta zona principalmente por tarajes (Tamarix galilea) y carrizos (Phragmites australis).

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