De ruta por los pueblos medievales

A veces nos gustaría poder parar el reloj, bajarnos de este tren llamado vida que no para y que no nos permite despistarnos un segundo si queremos vivir cada momento como si fuera el último. Afortunadamente todavía hay lugares en los que parece que el tiempo no ha pasado. Sus calles, sus casas, sus monumentos permanecen como hace siglos. Son pueblos anclados en el medievo y donde apenas se percibe signo alguno del siglo XXI. Hoy vamos a dar un paseo por ellos…

La Alberca, Salamanca

En este pueblo, donde no se superan los 1.200 habitantes, lo tienen todo para que por unos momentos vuelvas al pasado. Sus casas han conservado la arquitectura tradicional, mostrándonos la verdadera esencia de un pueblo medieval en el que todo parece mantenerse como antaño. Pero también las calles han sabido conservar parte de su esencia, empedradas, consiguen hacer de este pueblo, un escenario único en el que en apenas unas horas, volverás al pasado.

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Besalú, Girona

Probablemente la imagen más medieval y conocida de este pueblo catalán sea  el puente que se levanta sobre el río Fluviá. Y no es para menos, ya que se trata del puente medieval más antiguo de toda la península. Tiene un total de 135 metros que permiten a locales y turistas cruzar de un lado a otro del cauce. El romanticismo de este pueblo te conquistará, al mismo tiempo que logrará trasladarte durante unas horas al medievo gracias a sus calles, sus casas…

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Alcalá del Júcar, Albacete

Probablemente sea uno de los pueblos con más encanto de Albacete. No lo decimos nosotros, lo dice todo el mundo que ha ido y las fotografías que han hecho para que quienes no hemos tenido oportunidad de visitarlo podamos verlo a través de imágenes. La importancia que tuvo en la Edad Media, se aprecia en cada rincón del pueblo. El puente romano sobre el río Júcar, el castillo o la iglesia parroquial son el mejor ejemplo para que unos días en Alcalá del Júcar sea inolvidable.

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Calatañazor, Soria

Apenas medio centenar de personas continúan viviendo en este pueblo. Aunque pequeño, es una auténtica joya medieval, un lugar ideal para desconectar literalmente hablando de cualquier problema que pueda afectarnos en nuestro día a día. Sus calles empedradas, los restos del castillo o las viviendas con fachadas de piedra y madera son el mejor ejemplo de que por aquí el tiempo no ha pasado. Una zona ideal para sentirte como un ciudadano del siglo XIII sin necesidad de abandonar el XXI.

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Albarracín, Teruel

Muchos se atreven a decir que es el pueblo más bonito de España. Quizá algunos de los títulos que se ha ganado como la Medalla al mérito en las Bellas Artes o la nominación para ser declarada Patrimonio de la Humanidad sean algunas razones por la que hacen esta afirmación. La imagen más característica es la de la muralla cristiana del siglo XIV que rodea parte del pueblo convirtiéndole en un recinto cerrado. Un paisaje digno de ver.

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