¡A las tres serán las dos! Una hora más para dormir

¡Nuevo cambio de hora! Pero éste es de los buenos, es el que nos permite estar acurrucados en la cama una hora más sin que tengamos remordimientos de conciencia por nuestra pereza. Recuerda que la noche del sábado al domingo a las tres serán las dos por lo que tendremos que atrasar el reloj una hora antes de acostarnos.

¿Qué cambios notaremos?

• Por la mañana, a la hora de levantarnos, habrá más luz que en las últimas semanas (que amanece a las 8 de la mañana).
• Por la tarde, se hará de noche antes, es decir, hemos llegado a esa fecha en la que a las 7 ya no hay luz del sol ;(

Y como estos cambios nunca agradan a todo el mundo, hay quien dice que con este horario los días son más largos y más tristes, ver cómo el sol se va a media tarde deprime a mucha gente, causando auténticos trastornos.

Pero vamos a ser positivos y buscarle el lado bueno a este cambio en los relojes.

Ventajas

No vamos a dar lecciones de si vas a ahorrar más en la factura de la luz o no, porque si de verdad el cambio se hace por eso, nosotros no lo notamos en el recibo de fin de mes. Vamos mejor a los aspectos positivos que tendremos en nuestro día a día.

A la hora de levantarte ya no tendrás tanta pereza. ¿Por qué? Porque al alzar la persiana por la mañana no verás las luces de las farolas encendidas y un cielo totalmente oscurecido. Los rayos de sol ya entrarán por la ventana y empezarás el día con más energía (e incluso con algún que otro grado más en el termómetro), ¿no crees?

Otra ventaja (al menos en mi caso). Cuando ahora llegamos a casa del trabajo todavía es de día y la caída de la noche significa el fin del día: toca cenar e irse a dormir. Pero ahora no. Cuando el sol se vaya no tendrás que decir eso de: “¿ya tengo que cenar? ¡No me cunde la tarde!” ¡Error! Cuando mires el reloj verás que tan sólo son las siete de la tarde y que todavía tienes dos o más horas para seguir haciendo cosas en casa, deporte en el gimnasio o compartiendo buenos momentos con los amigos.

No sé si he acabado por convencerte de las ventajas que le podemos sacar a este cambio horario. Obviamente, seguro que hay alguna desventaja, pero si lo que tratamos es de ver el lado bueno de las cosas, no nos vamos a poner a sacar los trapos sucios, ¿no?

Lo dicho, no olvides cambiar el reloj antes de irte a la cama el sábado por la noche. Y si eres de los que rondarás, recuerda que a la hora que marcan las manijas, le tienes que restar una y así tendrás más tiempo para dormir 😉