Este alojamiento es un auténtico paraíso. Hemos estado ya tres años consecutivos y cada estancia ha sido mejor que la anterior. Cerca de la playa y de la montaña. El jardín con piscina en la puerta, espectaculares vistas. Las habitaciones preciosas. Pero lo mejor, la cercanía y la amabilidad de la familia que lo regenta. Ideal para familias con niños.