Fuimos a pasar el puente de mayo. No tuvimos sitio en las casas y nos ofreció un apartamento rural. Para empezar nada acogedor, los sillones incomodísimos, faltaba menaje, por ejemplo cubiertos no había 6 de todos, ni sacacorchos, ni 6 tazas, etc... La cafetera italiana no funcionaba, nos tuvo que traer otra. La caldera una vez encendida hacía un ruido horrible, que por la noche era insoportable. También sonaba la nevera. Cuando llegamos el primer día, la caldera se había apagado sola y no había ni calefacción ni agua para ducharnos. Vino a las 11 de la noche a arreglarla. Pero aún así no salía agua caliente todo el rato. Horrible para poderte duchar y lavar el pelo. La nevera demasiado pequeña para 6 personas, es para irte a comer todos los días fuera y ahí tener algo de picar. No hay congelador (nada de hielos). La cama de matrimonio es de las amorosas, te metes y ruedan los dos hacía el centro. En fin una mala experiencia. El dueño muy agradable y solícito, y el precio no es elevado, pero no con esto se consigue todo. Nos lo vendieron como algo magnífico y realmente no estuvimos nada agusto.
No había sitio en la finca, pero estuvimos en uno de los apartamentos de Sames, llegamos muy tarde y Guillermo nos vino a buscar y nos acompañó a pesar de que eran las 12:30h. de la noche, el apartamento cumplía con nuestras expectativas, las vistas espectaculares , la situación buena para moverte por los Picos de Europa, a 10min. de Cangas de Onís, muchas gracias a Santi que el primer día, nos indicó muy amablemente, que podíamos visitar, cosa que nos sirvió de mucha ayuda, ya que había zonas que de no ser por él no hubiéramos visto.
Por poner una pega, el colchón de la cama de matrimonio necesita un cambio, se hunde un poco y no era del todo cómodo.
En general, nuestra estancia ha sido genial, recomendamos los apartamentos.
hemos estado de maravilla en los apartamentos de la finca.nuestros hijos lo disfrutaron de lo lindo entre la finca y el rio que pasa justo por delante.. quizas el acceso un poco virado. pero de veras que merece la pena llegar a este lugar.. volveremos.